Una alfombra roja que desbordó historia, estética y reivindicación
Cuando la noche cae sobre Manhattan y las luces del MET se encienden, no es solo moda lo que sube por esa mítica escalinata: Es historia. Es un manifiesto cultural con lentejuelas, archivos textiles y mensajes entre costuras.
Desde 1948, la MET Gala reúne a lo más selecto del arte, la moda y celebridades. Pero desde 1995, con Anna Wintour al mando, se convirtió en algo más: un fenómeno global donde cada look es una declaración, y cada detalle, una clave para leer el espíritu del tiempo.
Este año, el corazón de la gala latió al ritmo de la elegancia negra. Superfine: Tailoring Black Style exploró la construcción de la identidad afrodescendiente desde la diáspora, con especial foco en el dandismo negro del siglo XVIII en adelante. No solo como estilo, sino como acto político. Como arte. Como forma de decir “aquí estoy” con un traje perfectamente entallado y colorido.
El dresscode, provocador y preciso: Tailored for You (Hecho a tu Medida) Una consigna que invitaba a crear desde la sastrería, reinterpretando lo masculino y lo clásico con un toque personal. Algunos brillaron. Otros simplemente no entendieron la tarea. Pero eso también es parte del espectáculo.
¿Preparados para los aciertos y los tropiezos de la alfombra roja más esperada del año?
- Los que entendieron el dresscode y brillaron
De la mano del diseñador Thom Browne, Anok, Demi, Zoe & Janelle lucieron creaciones a medida que representaban con presición y detalle el espiritu de la sastrería masculina:





- Los protagonistas de la noche: Los caballeros




- Los que fueron a lo seguro (y acertaron)






Ahora sí…los que no entendieron la consigna o definitivamente tuvieron problemas de outfit



No todo es Pink Pony Club, pero parece que no le avisaron.







En pocas palabras
La MET Gala de este año rindió homenaje a la cultura afrodescendiente, recordándonos que la indumentaria no solo viste: narra, resiste y pertenece. El dress code proponía un guiño al legado del Dandy, un símbolo de sofisticación, provocación e identidad política.
La alfombra desplegó interpretaciones visuales potentes. En los hombres, vimos un desfile de excelencia: cuando conectan con su esencia, el resultado puede ser tan disruptivo como impecable. En las mujeres, el desafío fue mayor: salir del lugar común del traje sastrero sin caer en la caricatura.
Algunas resolvieron con maestría; otras, sin embargo, se refugiaron en la literalidad o se perdieron en propuestas que no lograron un fit adecuado ni un relato visual coherente. Y hubo quienes optaron por ignorar la consigna por completo, haciendo de la gala un manifiesto de estilo personal en lugar de un tributo colectivo.
Sí, este año ellos brillaron. Ellas también, aunque no todas. Como siempre, en medio del virtuosismo, aparecieron esas elecciones que —con un poco más de ajuste, intención o sensibilidad— podrían haber sido memorables.
¿Cuál de estos looks creés que entendió mejor el mensaje?
Las leo!
Eli H
@elih_fashionstudio
Fotos: Getty Images